Jerry Bruckheimer, el Rey Midas moderno

Después de la resaca del primer Gran Premio de Formula 1 de la temporada, me dispuse a calmar mi ansia de gasolina, motores y velocidad con una película que aunque no es una maravilla me gusta ver de vez en cuando: “Gone in 60 seconds” (“60 segundos” en España). No me pasó inadvertido el hecho de que el productor de la película fue, nada más y nada menos que, Jerry Bruckheimer. A muchos quizás este nombre no os diga nada, pero si os digo que es el responsable de dar luz verde a películas como: “Piratas del Caribe” la 1, la 2, la 3 y la 4 que está por estrenar, “Pearl Harbor”,  “Black Hawk derribado” o la serie “CSI” (la buena, la de Grissom); seguro que la cosa cambia.

¿Las B.S.O.? ¿Hay de eso en el cine?

Normalmente la banda sonora o B.S.O. de una película no es tratada justamente. El papel que desempeñan dentro de un audiovisual (no solo en el séptimo arte, también en spot publicitarios, programas televisivos o series) es, en ocasiones, tanto o más importante que lo que vemos. Lo que oímos suele pasar mucho más desapercibido, pero es el medio por el que nos sumergimos en el mundo que nuestros ojos perciben.

Estamos tan acostumbrados a oír música en las películas que pocas veces reparamos en que cuentan muchísimo más de lo que parece. Asimismo, estamos tan habituados a ella que si, por ejemplo, nos pusieran una música rockera con imágenes a cámara lenta o una melodía suave y lenta junto con un montaje muy dinámico en, por ejemplo, un tiroteo; sentiríamos que algo falla. Muy probablemente no repararíamos en que la música no ha sido bien escogida, pero sentiríamos en nuestro interior una profunda desazón, como cuando miramos algo que aparentemente está bien pero sabemos que tiene que tener un fallo porque algo no encaja.

Para entender mejor que es lo que la música nos cuenta de las películas he hecho una “pequeña” selección de bandas sonoras que iré comentando entre la entrada de hoy y la de mañana. Para hacer más fácil la lectura enumeraré cada una de ellas y colocaré los videos correspondientes al final de cada entrada en el mismo orden. Espero que no se os hagan muy largas y disfrutéis escuchando, por lo menos, alguna de ellas.

1. Comenzaré con una de mis favoritas. “Clubbed to Death (Kurayamino variation)” de Rob Dougan B.S.O. de la película “Matrix”. Personalmente creo que la mezcla entre ritmos lentos y rápidos la dota de un dinamismo muy importante a la hora de montar. Se puede utilizar tanto para tiroteos o peleas (muy propias de la película) como para, por ejemplo, momentos previos, donde la tensión es creciente pero aún hay calma. Pero sobretodo, esta canción encaja tan bien en la película por su aire de marcha militar y toque de heroicidad. Un gran acierto de los hermanos Wachowski (por cierto, un poco de crónica en rosa, uno de ellos a cumplido su sueño y se a sometido a la intervención de cambio de sexo).